Es de mal nacidos no ser agradecidos

Dedicado a todos los compañeros de fatigas.

Sr. Zapatero, desde este blog le quiero dar las gracias: Gracias, por que si no hubiera sido por la asquerosa maniobra que usted y los suyos realizaron entre el 11 y el 14 de marzo de 2004 hoy seguiría en mi casa tranquilamente. Me levantaría para ir a trabajar, volvería a media tarde y tendría tiempo para dedicárselo a mi familia, como antaño. Saldría a pasear por el simple y puro placer de pasear. ¡Que aburrido! Vería la televisión, las noticias sobre todo, y viviría en un mundo feliz, el mismo mundo feliz en el que viven mis vecinos, ese mundo en el que todo es armonía. Un mundo lleno de alianzas de civilizaciones, yo no sé muy bien lo que es eso, pero debe ser genial, la gente está encantada. Un mundo con un maravilloso proceso de paz, no sé muy bien de que guerra, pero proceso de paz al fin y al cabo. Un mundo lleno de talante. A lo que iba Sr. Zapatero. ¡Gracias! De no haber sido por usted hoy no tendría el enorme placer de conocer a un montón de gente estupenda. Gente muy variopinta, pero con un proyecto común. ¡Ser libres! ¡Saber la verdad! Gentes que al igual que yo no están dispuestas a comulgar con ruedas de molino. Gracias por haberle dado sentido a mi vida, ahora sé que el mundo no se acaba tras la puerta de mi casa. También sé que no estoy sola, que somos muchos los que luchamos por lo mismo, y cada día somos más. Gracias porque me he dado cuenta de que puedo ser útil a la sociedad. De no haber sido por usted, es muy probable que mis viajes a Madrid hubieran sido exclusivamente de placer, ya sabe, ver museos, alguna obra de teatro, ir de copas, en fin... Ahora mis viajes a Madrid además incluyen manifestaciones. Por cierto, le he de hacer saber que ya tengo el kit de manifestante completo, con gorrito para la lluvia y todo, eso también se lo he de agradecer, de otro modo nunca me hubiera puesto uno de esos ridículos gorritos de lluvia, pero ya ve... creo que hasta me favorece. ¡En fin! Estaría horas y horas agradeciéndole lo que ha hecho por mí y por los míos. Mis hijos también le dan las gracias, ahora son un poco más felices, más libres, ya no tengo tanto tiempo para estar encima de ellos. Sus amigos también se lo agradecen. ¡GRACIAS!