No es el estilo del periódico del Grupo PRISA, pero los deseos de ayudar al Gobierno Zapatero parecen haber pesado más que el criterio periodístico. El País se suma a la campaña iniciada desde La Moncloa y lo hace lanzándose de cabeza a la turbia piscina del sensacionalismo. El mejor ejemplo es la portada de este domingo 11 de diciembre, donde con el anzuelo de que se trata de "los informes confidenciales del Ejército español en Irak", se titula a toda página: "40 combates en 48 días".
El objetivo es claro. Se trata de ayudar al atribulado Zapatero a remontar en las encuestas y para ello se recurre, una vez más, a la guerra de Irak. Y con el propósito de transmitir a la ciudadanía lo mal que estaban las cosas cuando gobernaba el PP de Aznar, se resalta que las tropas españolas "vivieron un escenario de guerra abierta".
Miguel González, el autor del artículo, ha sido impecable. Como siempre. Lo que choca es la desproporción y la falta de contexto. Para ser equilibrados y no engañar al lector, Jesús Ceberio, Javier Moreno, Félix Monteira o quien se encargue en estos momentos de transición de elaborar la portada dominical de El País tendría que hacer puesto "40 combates en 48 días… y ni una sola baja".
Que Irak era y es peligroso no ofrece duda alguna. Que los soldados españoles pasaron apuros en los dos últimos meses, tampoco. Pero pretender vender a la ciudadanía que aquello fue para ellos un infierno similar a Vietnam, parece excesivo.
O nuestras tropas están integradas por rambos invulnerables o los milicianos iraquíes eran muy torpes. No se libran 48 combates encarnizados sin sufrir una sola baja mortal.
La suerte es un factor a tener en cuenta, pero los facinerosos que hostigaban los acuartelamientos españoles o los que en alguna rara ocasión dispararon contra los BMR que recorrían las carreteras, contaban con morteros, ametralladoras, lanzagranadas y todo tipo de fusiles. También con explosivos.
Que la revista Interviú, cuyo éxito tiene mucho más que ver con la piel femenina que con el rigor bélico saque cuatro páginas dedicadas a resaltar los horrores padecidos por la Legión en Mesopotamia, se entiende.
Que el semanario de las chicas en cueros publique una serie de fotografías de cadáveres desnudos y afirme que los mataron los españoles, vale. Pero que el sacrosanto El País, un rotativo que pretende seguir los pasos de The New York Times y que en ocasiones ha sido catalogado entre los mejores 10 diarios del mundo, no es lógico.
Choca ver a El País -que por cierto utiliza en su nota una foto cedida por Interviú- siguiendo la ruta, en sentido inverso, que suele marcar Pedrojota Ramírez en El Mundo, pero corren rumores de que bajan las ventas y que en PRISA -además de ayudar a ZP- se quiere invertir la tendencia.
¿Es de recibo abrir el periódico con una historia de hace dos años que no aporta nada nuevo? Por si a algún lector se le ha pasado por alto, viene al pelo recordar que la otra noticia que figura en la parte de arriba de la portada de El País de este domingo 11 de diciembre está relacionada con el Prestige, que se hundió hace exactamente tres años.
La frase que se utiliza en el titular es "Que separen el barco de la costa hasta que se hunda" y procede de una grabación filtrada, correspondiente a una de las primeras conversaciones telefónicas entre la José Luís López Sors, director general de la Marina Mercante, a Pedro Sánchez, jefe del Centro Nacional de Salvamento. Afirma Luís Gómez, el autor del reportaje, que la cinta llega vía Izquierda Unida, pero resulta evidente que salió inicialmente del Ministerio de Fomento.
Volviendo a la "exclusiva" de Irak y a ese gigantesco titular de portada. Los datos usados por Miguel González proceden de un informe hecho por el CNI. No ha cambiado ni una coma, pero tanto él periodista como sus superiores deben saber -a estas alturas- que esos dosieres se elaboran resaltando la faceta heroica: cuanto pero se pinten las cosas, mejor queda uno ante los jefes.
En cualquier caso, era de sobra conocido que las tropas españolas desplegadas en Diwaniya y en Nayaf sufrieron numerosos ataques durante las últimas semanas de su estancia en Irak. Los hostigamientos se incrementaron apenas el presidente Zapatero anunció precipitadamente que el contingente se retiraba, sin esperar a coordinarse ni con los aliados o a que la ONU votase una nueva resolución.
También es conocido que justo en ese periodo fue cuando los milicianos chiíes que seguían al imán Muqtada Al Sader se levantaron en armas, tomaron mezquitas y causaron más problemas a la tropas aliadas.
No hay nada como la hemeroteca, para poner las cosas en contexto. Pues bien, el diario El País, que presenta como una gran revelación que las tropas españolas sufrieron 48 ataques durante los últimos 40 días que estuvieron en Irak, publicó entre el 4 de abril de 2004, cuando estalló la revuelta chií en el sur de y centro del país, hasta el 21 de mayo, cuando cruzó la frontera kuwaití el último soldado, publicó más de medio centenar de artículos en los que -de una forma u otra- se informaba de ataques contra las tropas españolas, se hablaba de hostigamientos con morteros o se describían intercambios de disparos.
En la edición de este domingo, como exclusiva, en primera página y en el segundo párrafo de la nota, se revela que "del lado iraquí se contaron 8 muertos y 23 heridos". Pues bien, hace un año y ocho meses, el lunes 5 de abril de 2004, El País titulaba en portada "Al menos 20 iraquíes mueren en un enfrentamiento con tropas españolas". La crónica iba firmada por Ángeles Espinosa y se databa en Nayaf:
"Al producirse los primeros muertos, los policías han salido corriendo y los milicianos del Mahdi han disparado contra las tropas españolas que a su vez han respondido"
El 11 de mayo de 2004, también con arranque en portada y en un artículo titulado "El informe de un alto mando militar en Irak precipitó la decisión de Zapatero" y que firmaba Xavier Vidal Folch, se habla de bombardeos cotidianos:
El repliegue de Irak, bautizado como Operación Jenofonte, es un plan "de combate, de alto riesgo por el entorno hostil, y tan complicado como la entrada, por el peligro de que los múltiples transportes necesarios [hay que recorrer 430 kilómetros hasta Kuwait] nos hagan predecibles", explicó el general José Muñoz, jefe de la Unidad de Repliegue del Contingente Español.
"Nos han bombardeado muchas noches y no hemos tenido bajas", agregó. Desde el 5 de abril se han contabilizado 255 granadas de mortero lanzadas contra las bases españolas, tres emboscadas, un ataque a helicópteros y 10 ataques a convoyes y patrullas. La base Al Andalus, en Nayaf, ya desalojada, fue atacada el 91% de los días, y Base España, en Diwaniya, el 53%.
El 30 de abril y con firma de Juan Miguel Muñoz, enviado especial a Diwaniya, se titula "Lluvia de granadas en Diwaniya"
Ayer, en torno a las 15.15 (dos horas menos en la España peninsular), los altavoces anunciaron el estado de alerta nada más oírse el primer estruendo provocado por el lanzamiento de una granada.
Los insurgentes iraquíes lanzaron media docena de proyectiles contra las instalaciones españolas, situadas a 180 kilómetros al sur de la capital, Bagdad. No atinaron con su objetivo.
El 20 de abril de 2004 y con la firma de Luís Aizpeolea: "Una decisión anticipada por el deterioro de Irak"
En la medianoche del pasado jueves, el socialista José Luís Rodríguez Zapatero encaraba el final de su maratoniana primera sesión de investidura. Fue entonces cuando, al responder a Gaspar Llamazares, líder de IU, el futuro presidente detalló sus planes sobre las tropas españolas destacadas en Irak: "Si Naciones Unidas no se hace con el control político y con la dirección militar de la situación en aquel país, las tropas españolas regresarán con nosotros, y puse una fecha límite, que era el 30 de junio. Quiero decir a la Cámara que la situación en Irak se aprecia claramente más deteriorada, que la situación en Irak determina que la misión y los objetivos que se nos habían explicado de nuestras tropas allí, para garantizar la seguridad, en gran medida tienen poco que ver con lo que allí está pasando y lo que tienen que hacer nuestras tropas, pues estamos más cerca de un conflicto abierto que de una misión de seguridad".
El 28 de abril de 2004 y con la firma de Miguel González -autor del reportaje de este domingo- hay un artículo titulado "Las tropas se concentran en Diwaniya y aceleran los preparativos para salir de Irak", en el que el periodista habla ya de ocho iraquíes muertos y en una sola jornada:
La concentración de las tropas en Diwaniya no garantiza su seguridad. Los últimos enfrentamientos con milicianos del llamado Ejército del Mahdi han causado la muerte de al menos ocho iraquíes. "Estamos intentando cumplir la orden que hemos recibido de repliegue, pero si nos atacan estamos en nuestro derecho de responder", declaró el general José Muñoz. Siete de los atacantes del lunes se entregaron "y el resto, los que combatieron y siguieron amenazándonos con una panoplia de armas inusual, murieron, lo siento mucho", agregó Muñoz.
La lista es muy larga y deja patente que lo que este domingo se presentaba como "revelación", fue dicho y publicado ya hace año y medio. En descargo de los periodistas de El País, quizá se pueda alegar que no corren buenos tiempos en las encuestas para Zapatero y que alguien, en las alturas, cree que sacando de nuevo a la palestra el desastre del Prestige y los horrores de Irak, se desgasta al PP de Rajoy y se ayuda al señor presidente.
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